Criminólogo: qué es y qué hace

La criminología es un campo de estudio multidisciplinar y bastante complejo, que abarca diversas áreas del conocimiento, incluyendo la sociología, psicología, derecho, antropología, y medicina forense, entre otras.

Su objetivo principal es el estudio del crimen, la conducta criminal, las causas sociales y psicológicas detrás de estas conductas, así como las formas de prevenir el delito y mejorar los sistemas de justicia penal. Este campo abarca el análisis de cómo la sociedad reacciona ante el crimen, cómo se deberían implementar las políticas para su prevención, y el estudio de las víctimas y los victimarios.

¿Qué es un criminólogo?

Un criminólogo es, básicamente, un profesional especializado en criminología. Su labor no se limita únicamente al estudio teórico del crimen, sino que también participa activamente en la elaboración de estrategias de prevención del delito y en el diseño de políticas públicas para combatirlo eficazmente.

Los criminólogos aplican los conocimientos adquiridos a través del estudio de casos reales, investigaciones y análisis estadísticos para entender mejor las dinámicas y las causas del crimen, con el fin de contribuir a la creación de comunidades más seguras.

Esta combinación les permite desentrañar las complejas dinámicas y causas subyacentes al comportamiento criminal, proporcionando así perspectivas valiosas para la formulación de estrategias que buscan la prevención del delito y la promoción de la seguridad de los ciudadanos.

Criminólogo: qué es y que hace, funciones y tareas en su día a día

En su día a día, los criminólogos se dedican a examinar minuciosamente los patrones de criminalidad, identificar factores de riesgo y vulnerabilidad en distintas comunidades y diseñar programas de intervención que no solo buscan reducir las tasas de delincuencia, sino también mitigar el impacto de estos comportamientos en la sociedad. Además, juegan un papel crucial en la recomendación de reformas legislativas y en la mejora de los sistemas de justicia penal, basándose en evidencia científica y análisis riguroso.

Son profesionales que trabajan en estrecha colaboración con fuerzas policiales, servicios sociales, organismos de justicia y entidades gubernamentales, trabajando conjuntamente en el desarrollo de políticas más efectivas y humanas que aborden tanto la prevención como la respuesta al crimen. Estos profesionales aportan una perspectiva única y esencial que enriquece el diálogo sobre cómo enfrentar de manera más efectiva los desafíos de la criminalidad contemporánea.

Contribuyen significativamente a la educación y sensibilización sobre temas de criminalidad y justicia, impartiendo conocimientos y promoviendo el debate crítico entre estudiantes, profesionales del derecho, policías y la comunidad en general. Su trabajo no solo se centra en los aspectos negativos del crimen, sino también en destacar la importancia de la rehabilitación, la reinserción social de los delincuentes y el apoyo a las víctimas.

Funciones y tareas diarias de un criminólogo

Las funciones y tareas de un criminólogo pueden variar ampliamente dependiendo del entorno en el que trabajen, ya sea en organismos gubernamentales, en el sistema judicial, en instituciones educativas o en el sector privado. A continuación, se detallan algunas de las responsabilidades más comunes:

  • Investigación y análisis: Los criminólogos realizan estudios sobre diversos aspectos del crimen, como sus causas, tendencias, y consecuencias sociales. Utilizan métodos cualitativos y cuantitativos para recoger y analizar datos, contribuyendo así al campo de la criminología y proporcionando información valiosa para la toma de decisiones políticas y legales.
  • Desarrollo de políticas: Parte de su trabajo consiste en asesorar a entidades gubernamentales y organizaciones no gubernamentales en la creación y evaluación de políticas y programas destinados a prevenir el crimen y mejorar el sistema de justicia penal.
  • Educación y formación: Los criminólogos también pueden desempeñarse como docentes o exponer en talleres y seminarios, compartiendo su conocimiento y experiencia en universidades, instituciones de formación policial y comunidades.
  • Evaluación de programas: Evalúan la eficacia de los programas de prevención del delito y rehabilitación de delincuentes, analizando datos para determinar qué estrategias son más efectivas en diferentes contextos.
  • Trabajo en el campo: Además de las tareas de oficina, los criminólogos a menudo hacen trabajo de campo, lo que puede incluir visitar escenas del crimen, entrevistar a delincuentes y víctimas, y colaborar con fuerzas del orden y otros profesionales de la justicia penal.
  • Consultoría: Ofrecen sus conocimientos y habilidades como consultores en casos criminales, ayudando en la elaboración de perfiles criminales, analizando patrones de crímenes y trabajando en estrecha colaboración con investigadores y abogados.

En definitiva, la criminología, y por extensión el trabajo del criminólogo, es esencial para entender la complejidad del crimen y para diseñar estrategias más efectivas en la lucha contra este fenómeno social. Su labor no solo contribuye a la seguridad y el bienestar de la sociedad, sino que también ofrece una perspectiva crítica sobre cómo las leyes y las políticas afectan a las comunidades y a los individuos implicados en el sistema de justicia penal.

¿Qué hace un criminólogo en un caso real?

El papel del criminólogo en la investigación de un crimen es fundamental para entender no solo el cómo y el porqué ocurrió el delito, sino también para aportar evidencias clave que contribuyan a la resolución del caso. A continuación, se detalla el proceso paso a paso que sigue un criminólogo en un caso real:

  1. Inspección Técnica Ocular y Preservación de la Escena: El primer paso implica llegar a la escena del crimen para realizar una inspección técnica ocular. Este proceso incluye la preservación de la zona de los hechos para evitar la contaminación de evidencias. Se asegura que todos los detalles encontrados, como el posicionamiento de la víctima y los indicios presentes, sean meticulosamente documentados sin alteración alguna.
  2. Elección del Método de Rastreo: Seleccionar el método de rastreo adecuado es crucial para localizar y fijar, tanto documental como fotográficamente y planimétricamente, cada uno de los indicios presentes en la escena, sin importar su naturaleza. Esta etapa es esencial para asegurar que todos los elementos sean correctamente identificados y catalogados para su posterior análisis.
  3. Recolección y Embalaje de Evidencias: Una vez que los indicios han sido fijados y documentados, el siguiente paso es su recolección y embalaje adecuado. Esto se hace siguiendo protocolos estrictos para garantizar que las muestras no sufran contaminaciones o alteraciones que puedan comprometer su validez como prueba en un juicio.
  4. Envío a Laboratorios Especializados: Las evidencias recogidas son enviadas a distintos laboratorios especializados, dependiendo de la naturaleza de cada indicio. Pueden incluir laboratorios de análisis de ADN, toxicología, balística, entre otros. Aquí, se realizarán análisis detallados que aportarán información vital para el avance de la investigación.
  5. Análisis de Resultados y Elaboración de Informes: Con los resultados obtenidos de los laboratorios, el criminólogo analiza la información y elabora informes detallados. Estos informes incluirán interpretaciones de los hallazgos, cómo se relacionan entre sí y con el crimen, y su relevancia dentro del contexto del caso.
  6. Conclusiones y Valor Probatorio: Finalmente, el criminólogo sintetiza los hallazgos y conclusiones de la investigación en un informe consolidado que tendrá un valor probatorio en el ámbito judicial. Este documento será fundamental en el proceso judicial, ya que aporta evidencias científicas que pueden determinar la culpabilidad o inocencia de los implicados.

El trabajo del criminólogo en el contexto de un caso real es meticuloso y requiere de una amplia gama de habilidades, desde el conocimiento técnico y científico hasta la capacidad analítica y de síntesis. Su contribución no solo es crucial para el esclarecimiento de los hechos y la administración de justicia, sino también para la implementación de políticas de prevención basadas en evidencias concretas y análisis profundos de los comportamientos criminales.